Quién da más.
Quién no diese todo, por esto.
Este libro cierra un ciclo. Por pudor como bien alguien lo dijo, no te gustaba hablásemos de tu obra. De pronto me dabas un ejemplar de alguno, y directo saltabas a una recomendación del último que habías leído.
Cuándo hablamos de tu último, te parafrasee a Borges: there are more things.
Había más cosas en ti. No se te había secado el seso como lo pensabas, y de pronto esa temporada en Pijao, te reconcilió con la poesía. Esta te hizo perder el pudor, y de pronto, decir algunas palabras que necesitaban ser dichas. Para ti, para tu entorno.
Según mi teléfono, la última conversación que tuvimos fue sobre poesía. De la de Borges, de la de Vallejo. La poesía, esa que hace nacer los sentimientos más lindos que en el hombre moran, y a la vez, que nos recuerda la inmensidad de los hombres más simples que sin saberlo y mientras nos sonríen, están salvando al mundo.
En mi tierra dicen que todos nacemos medio muertos, por haber aniquilado a nuestros antepasados. Matamos. Es la triste naturaleza del hombre. A los que estaban antes, a los que crecen junto a él, cualquiera que sea su forma. Tu poesía es clara, brutal y real… de pronto hasta trae la desesperanza del hombre que se sabe hombre. Tu vida sin embargo, me hace parafrasear a Borges de nuevo, y aunque ya no te lo pueda decir, siempre nos lo recordaste: there are more things. Hay más: por hacer, por descubrir, por luchar.
Tu ausencia siempre nos traerá tristeza amigo. Pero tu recuerdo siempre nos unirá, nos traerá alegría, curiosidad y quizá, hasta la ternura de tu mirada.

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