Leopardo come león

Nadie en este mundo es tan tonto como para comerse a un león.

Y mucho menos, a un cachorro de león.

Pero el leopardo no es nadie.

El leopardo lo es todo, porque no lo piensa.

La naturaleza no es cruel, simplemente es.

A veces quisiese llorar por no ser más.

Y otras tantas, simplemente ser leopardo.

Para no llorar ni ser cruel o ser juzgado, pero sobretodo, para no pensar.

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